La Cumbre de la FAO de Roma es un fracaso total

Entrevista a Jean Ziegler, ex ponente de la ONU para el derecho a la alimentación

La cumbre de la FAO, en Roma, sobre la crisis alimentaria mundial se cerró el jueves 5 de junio. ¿Qué opina de este congreso?

Es un fracaso absoluto, una decepción total, y muy inquietante para el futuro de las Naciones Unidas. La cumbre es casi única en la historia de esta organización: más de 50 Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron para discutir sobre las medidas concretas que hay que adoptar para solucionar la espantosa masacre diaria del hambre, que se agrava todavía más con el estallido de los precios mundiales de las materias primas agrícolas desde hace cinco o seis meses. Pero el resultado de esta conferencia es un auténtico escándalo: se han impuesto los intereses privados sobre el interés colectivo. Las decisiones que se han adoptado en Roma provocan el riesgo de empeorar el hambre en el mundo, en vez de combatirla.


¿Qué compromisos de los miembros de la FAO habría deseado?

Deseaba tres decisiones. En primer lugar, la prohibición total de quemar la comida para fabricar biocombustible. A continuación, retirar de la Bolsa la fijación de los precios de los alimentos básicos, e instaurar un sistema en el que el país productor negocie directamente con el país consumidor para excluir la ganancia especulativa. Y en tercer lugar, que las instituciones de Bretton Woods, especialmente el Fondo Monetario Internacional, concedan prioridad absoluta en los países más pobres a las inversiones en la agricultura alimentaria, familiar y de subsistencia.


La declaración final de la cumbre, adoptada difícilmente el jueves por la noche, compromete los países miembros de la FAO a reducir a la mitad el número de personas hambrientas de aquí a 2015. ¿Es un objetivo creíble?

No, es la hipocresía más absoluta. Por otra parte, éste es el objetivo del milenio. En septiembre de 2000, en el umbral del nuevo milenio, Kofi Annan, entonces Secretario General de las Naciones Unidas, reunió a los países miembros de las Naciones Unidas en Nueva York y fijó nuevos objetivos del milenio para erradicar la miseria, el hambre, etc. El primer objetivo que se adoptó, ya era reducir a la mitad los muertos por el hambre de aquí a 2015. Pero entre 2000 y 2008, el hambre no retrocedió, sino que ha crecido masivamente.Según la FAO, el año pasado había 854 millones de seres humanos grave y permanentemente desnutridos. Sin contar los 6 millones de niños muertos de hambre. Y además hay 100 millones de personas más que desde ahora mismo pueden caer en la desnutrición grave y permanente a causa del estallido de los precios.


¿Quiénes son, según su opinión, los responsables de este «fracaso» de la cumbre de Roma?

Son principalmente tres: por una parte Estados Unidos y sus aliados canadienses y australianos, que sabotearon la cumbre haciendo, prácticamente, la política de la silla vacía. Por otro lado, las grandes sociedades multinacionales; diez sociedades multinacionales controlan actualmente el 80% del comercio mundial de los alimentos básicos, pero no son la Cruz Roja y no están a cargo de los intereses colectivos. Y el tercer responsable, y lo digo con mucha inquietud, es el Secretario General de las Naciones Unidas, que es el encargado de presentar propuestas. Y lo hace de una forma muy débil.


Laura Marzouk
Le Monde




Traducido por Caty R.


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